Si Podemos

Estándar

PEPU

Emocionado, después de algunos años fuera de los estadios de Fútbol, me dirigía a ver un encuentro de mi selección por las clasificatorias al mundial 2006, tenía muchos recuerdos mientras caminaba por las calles rumbo al Estadio; recuerdos con mi padre yendo al estadio, recuerdos de mi hinchaje por un club local, recuerdos anteriores cuando iba con mamá y papá al estadio; y obviamente sintiendo la emoción de ver a la selección, esa sensación de todos los  sentimientos juntos, extraña de explicar pero que te llena el pecho.

Con todo eso encima, quise hacer yo sólo lo que siempre mi padre hacía conmigo; comprar la vincha respectiva y amarrarla con toda mi fuerza para gritar “ARRIBA PERÚ”; recuerdo que me la compré al paso, casi corriendo la amarré y grite durante 90 minutos; el resultado no era importante si se había entregado todo en la cancha; recuerdo que no me quite la vincha hasta que llegue a mi casa y la colgué en la pared acompañando algunos recuerdos futboleros de mi juventud; y a descansar de tanta emoción.

Al día siguiente, revisando con orgullo mi pared, me di con la sorpresa al revisar mi vincha que decía: “ARRIBA PEPÚ”; reí con vergüenza durante varios minutos; increíblemente había gritado en un estadio lleno, luciendo una vincha que decía “ARRIBA PEPÚ”; no lo podía creer, me volvía a reír, no sabía si contarlo o callarlo, hasta pensaba en que momento me cambiaron la vincha, repasaba el camino al estadio, el retorno, pero nada; la única conclusión fue que yo leía lo que quería leer, si bien había sido timado por los vendedores al paso que hay camino al estadio, yo leí: “ARRIBA PERÚ” y orgulloso la lucí y grite, nada más importaba, sólo lo que yo sentía y mi orgullo por mi país.

Los invito a que en estas fiestas patrias, hagamos justamente eso; nuestro país no es perfecto ni lo será jamás, pero si podemos sentirnos orgullosos de lo que tenemos, así por ahora luzcamos un ARRIBA PEPÚ, así nos hayan estafado, así existan empresas o personas que sean capaces de vivir al engaño, y no hablo de defender el pisco, no hablo de defender la frontera o nuestra comida; y tantas cosas que nos encanta salir a defender desde nuestra casa; hablo de sentirse orgullosos, sentirse peruanos y hacer en este mundo imperfecto un país cada vez mejor, sin quejarnos, sin pisotear a nuestro vecino; gritar ARRIBA PERÚ sin recibir nada a cambio; quizá ese detalle haga que avancemos como país, y como ciudadanos; SI PODEMOS.

Felices fiestas patrias, y claro sonrían gritando ARRIBA PEPÚ, nunca lo olvidaré.