Emprender, mantener, orientar, dirigir y decidir, son algunos de los términos que todo líder debe tener siempre presente, tanto en su vida laboral como en la personal; hoy, en tiempos de COVID-19, estos aspectos incluso están mas entrelazados y en caso no los sepamos respetar, juntos tendrían una relación definitivamente tóxica.
La pandemia nos hizo llevar la vida laboral, sin aviso, ni preparación, a nuestra casa; mesas transformadas en escritorios, sillas en butacas, internet de ancho de banda para recreación, en un internet que no podía fallar e incluso soportar video llamadas con cierta estabilidad; y entonces los líderes tuvimos que gestionar nuestra realidad y también la de nuestros equipos, teníamos que poner en práctica una real empatía con nuestros pares y todo aquel que dependía de nosotros; me tocó compartir con mis hijos espacios no habituales, y también ser empático con ellos, pero sobre todo tuve que diferenciar cantidad de calidad, tanto en mis labores profesionales como en las personales; estar en la oficina 8 o 10 horas no aseguran 8 o 10 horas de productividad, y 14 horas o mas despierto en casa no aseguran momentos familiares; y claro, siempre dependerá del tipo de actividad al que uno se dedica, los que exigen presencialidad, de cierta manera nos permiten manejar mejor los espacios familiares, no digo que sea sencillo, pero ayudan con la desconexión y nos toca a nosotros sacar momentos de oro de los pequeños o muchos espacios que tengamos fuera de la oficina o centro de trabajo. Luego están los que no exigen presencialidad, y que, al estar haciéndolo desde casa, hacen complejo generar espacios familiares; es totalmente humano sentirse vinculado a la obligación de trabajar todo el día.
Estas líneas, me permiten darme cuenta, que el liderar un hogar no tiene que ver con estar o no en casa todo el día, tampoco aplica para los equipos o grupos de trabajo en la oficina; entonces lo único que ha hecho esta pandemia, es evidenciar quienes estábamos liderando con calidad y quienes, con cantidad, quienes necesitan cantidad y quienes calidad; todo enfoque es respetable; pero liderar no es complejo ahora con la pandemia, lo ha sido siempre, sólo que ahora tenía que ser menos teórico.
Estas líneas se las dedico a mi papá, don Aníbal, como lo conocían todos, a quien hasta el último momento de su vida, siempre le reconocí su excelente labor como líder laboral, incluso fue mi principal mentor, mi consejero, todas sus anécdotas las hice mías, recordábamos todas las veces que iba a su oficina un fin de semana, de como él era el padre tradicional proveedor, al que veías en la mañana y luego al final del día; sin embargo, luego de su fallecimiento, me di cuenta que tuve tantos recuerdos y buenos momentos, de toda índole, en casa, en mis actividades deportivas de niño, de joven, de adulto, que llegue a la conclusión y al entendimiento de lo que significa dar calidad, tanto en el trabajo como en la familia; sin duda mi viejo siempre será un líder 360, un tipo adelantado a su época, autodidacta, pero sobre todo apasionado.
Esta pandemia nos ha puesto a prueba a todos, miremos a nuestro alrededor y agradezcamos que cada día podemos luchar, y entregarnos al máximo en lo que nos propongamos hacer; lideremos nuestro futuro con responsabilidad!!!
Blog de Jimmy P. Tsujita 